Estrategias para atraer más visitas a una web con contenido
2017-03-16 08:00:00 Carlos Méndez Comunicación online
Internet ha puesto a disposición de las empresas la capacidad de llegar directamente a sus públicos sin depender de intermediarios, con un mayor control sobre la forma y el contenido de los mensajes. Una página web corporativa se convierte en ese contexto en uno de los núcleos del discurso online de una marca. Por eso sorprende que muchas empresas desaprovechen de forma sistemática ese potencial. «Ya hemos cumplido… Ya tenemos web», parecen pensar.
Dejando a un lado los matices (que los hay), podemos decir que una web inactiva es una web muerta. En el fondo, es lo mismo que estar ante una gran audiencia, con un micrófono delante y permanecer en silencio. Ya sabemos que muchas veces el silencio es mejor que un discurso vacío o mal articulado, pero ésa es otra cuestión. De lo que hoy queremos hablar es de aquellas empresas que dedican recursos (humanos y económicos) a la puesta en marcha de su propia web, pero luego se olvidan de ella durante meses o años. Se convierte así en un escaparate que nadie ve, al que nadie puede llegar.
Sin contenido no hay estrategia posible de marketing. Y por contenido no entendemos únicamente los textos escritos, aunque de forma subconsciente tenemos la tendencia a ponerlos siempre en primer lugar. También se puede generar contenido con vídeos, imágenes, infografías o podcasts, por poner cuatro ejemplos de otros formatos.
La capacidad de generar información relevante (original, de calidad, asociada a la marca y de interés para los clientes potenciales) y su distribución a través de los canales adecuados son tácticas imprescindibles para atraer más visitas a una web con contenido.
Veamos cinco elementos básicos dentro de esa estrategia:
- Blog o sección de actualidad. Ayuda a mantener con vida una página web corporativa, pero no es recomendable caer en el autobombo. Puede haber espacio para noticias propias de la marca y para presentaciones de nuevos productos, pero es importante entender las necesidades de los posibles clientes y ofrecer contenidos didácticos que puedan ser de ayuda para las personas a las que queremos llegar.
- Ofertas. A diferencia de otros contenidos, las ofertas (ebooks, whitepapers, informes, consultorías gratuitas, descargas de prueba…) aportan un valor añadido extra y para acceder a ellas es necesario que el usuario rellene un formulario. El tipo de datos que se pidan estará siempre en relación directa con el valor de esa oferta.
- SEO. Una vez se ha creado un contenido atractivo, hay que tratar de hacerlo llegar a las personas adecuadas. ¿Cuántas veces hemos tenido un problema o una duda y hemos buscado una respuesta en Google? Seguramente más de una vez hoy mismo. Las estadísticas demuestran que es fundamental estar entre los tres primeros resultados o, como mínimo, en la primera página. Por algo se suele decir que el mejor sitio para esconder un cadáver es la segunda página de resultados de Google (de la tercera o la cuarta, ya ni hablemos). De ahí la importancia del llamado SEO, la optimización de páginas web para buscadores. Un buen contenido tiene que tener en cuenta estos factores y determinar qué términos pueden usar nuestros clientes potenciales para buscar los productos o servicios que ofrecemos. Son las palabras clave, en torno a las que organizar el contenido, sin perder naturalidad, por supuesto, porque primero están las personas y después los robots de búsqueda.
- Redes sociales. Hasta ahora puede parecer que la comunicación funciona en una única dirección, pero es importante la interacción y la generación de conversación alrededor de la marca. Ahí entran en juego las redes sociales, que funcionan también como una herramienta desde la que se puede distribuir el contenido, para intentar llegar a los públicos objetivos.
- Email marketing. Es una herramienta clásica dentro del marketing, todavía muy efectiva, a pesar de que se ha abusado (y todavía se abusa) de su uso. Si aporta información personalizada y de interés para los suscriptores, sin caer en el spam, es un mecanismo que pueden encajar a la perfección en una buena estrategia de contenidos.
Estos cinco elementos de una estrategia de generación y distribución de contenidos tienen que estar claramente definidos desde un principio. Improvisar no es una buena opción en este terreno, aunque siempre hay tiempo para corregir el rumbo si alguna de estas estrategias no funciona.
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