Los 9 pasos necesarios para poner en marcha una página web corporativa
2017-04-06 07:00:00 Carlos Méndez Comunicación online
Se calcula que en todo el mundo hay más de 1.100 millones de sitios web. Muchos están ya inactivos, pero ahí siguen durante meses o años, como esa basura espacial que orbita alrededor de la Tierra. Con esas cifras, podríamos pensar que no puede ser tan complicado poner en marcha una página web. Y no lo es si queremos pasar el rato con un blog sobre las últimas hazañas de nuestra mascota, pero la cosa cambia si necesitamos una web de empresa eficaz.
Uno de los errores más habituales es pensar que una web es trabajo exclusivamente de un equipo de desarrolladores o informáticos. Esa mentalidad es el origen de muchos sitios web que cojean en su enfoque, estructura, diseño y contenido. Para poner en marcha una página web corporativa es necesario contar con uno o varios informáticos, por supuesto, pero hay mucho más.
Durante la creación de una web corporativa podemos diferenciar 9 pasos. El final de cada una de esas etapas necesita del visto bueno del cliente, pero antes de empezar con el análisis del proceso, conviene hacer un par de aclaraciones. La primera advertencia es que algunas de estas fases a menudo se solapan entre sí, pueden llegar a convivir en el tiempo. Y la segunda es que no hablamos de compartimentos estancos, ya que es fundamental que exista una buena comunicación entre los profesionales involucrados en la creación de la web. Un coordinador de proyecto podrá alinear el trabajo de desarrolladores, diseñadores y creadores de contenido.
Una vez hechas estas aclaraciones, llega el momento de analizar las diferentes etapas que nos podemos encontrar en la creación de una web corporativa:
- Definición de públicos objetivos y necesidades de la empresa. Si este paso falla, el proyecto caerá como un castillo de naipes y el resultado será una web ineficaz. Hay que tener claro a quién se dirige la página y qué ofrece. A partir de ahí, se organiza todo lo demás.
- Labor de arquitectura. Elaboración de un menú de navegación y de un mapa web, con el objetivo de que todos los contenidos sean accesibles y que haya un camino claro para el usuario. La estructura debe ser sencilla e intuitiva.
- Elaboración de un ‘wireframe’. Hablamos de un esquema o una guía visual (muy básica) sobre la apariencia y el orden de los elementos en la página web. Desde programas específicos para la creación de ‘wireframes’ hasta borradores a lápiz en un folio, hay muchas formas de elaborarlo. Lo importante es que sea claro y que el profesional encargado de trasladar eso a la página web se haga una idea clara sobre lo que se pretende conseguir.
- Diseño o selección de plantilla. Ya con una idea más clara de lo que va a ser la página web, llega el momento de proponer un diseño o buscar una plantilla que se ajuste a las necesidades de la marca.
- Elaboración de contenidos textuales y gráficos. En la parte de preparación, al mismo tiempo que se definen los públicos objetivos, hay una labor previa de selección de palabras clave, importante para que los contenidos y, por tanto, la propia página web estén optimizados para SEO. Los textos y las imágenes son dos de los elementos que más fácilmente se pueden modificar en una página web, pero es importante aportar un contenido tan aproximado como sea posible al resultado final.
- Desarrollo web. Hablamos del apartado técnico de creación de un sitio web ya funcional a partir de todos los pasos anteriores. Durante todo el proceso, se suele trabajar en un entorno de pruebas, ya sea en un servidor de desarrollo o en un subdominio en el servidor ya definitivo.
- Revisión y ajustes. Es el momento de los pequeños detalles. Se hacen los ajustes necesarios, se revisa que todo esté en su sitio y se termina el proceso de optimización para SEO.
- Puesta en producción. Otro de los apartados más técnicos, con la configuración del servidor y del dominio. El sitio web pasa del entorno de pruebas a su alojamiento definitivo.
- Mantenimiento y actualización. El proceso no se termina (o no debería terminarse) en el momento en el que la web ya está a disposición de los usuarios. Es fundamental mantenerla viva, con un mantenimiento técnico, con la creación de nuevos contenidos y con la actualización de aquellos que queden obsoletos.
En todos y cada uno de los pasos se debe poner en el centro la experiencia de usuario, también llamada UX o User Experience, tratando de que ponerse en los zapatos de quien visite la web y haga uso de sus funcionalidades.
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