Inbound y redes sociales: una alianza clave en tu plan de marketing
2017-06-13 07:00:00 Cristina Fernández Inbound marketing,Redes sociales
Conseguir una relación de confianza entre los consumidores y las marcas requiere del planteamiento y el desarrollo de una estrategia de inbound marketing. Dicha estrategia pivota sobre tres pilares fundamentales para atraer hacia la marca a personas que nunca antes habían escuchado hablar de ella: redes sociales, SEO y marketing de contenidos.
Aunque muchos siguen pensando que no son el entorno ideal para cocinar una venta, lo cierto es que las redes sociales han pasado a ocupar el primer puesto en cuanto a visitas de los internautas por encima de las webs corporativas.
Según el último estudio de We are social, actualmente hay en el mundo 1.871 millones de usuarios en Facebook, 1.000 millones en YouTube, 600 millones en Instagram y 317 millones en Twitter, unas cifras que hacen casi obligatoria la presencia de las empresas en estos canales, pero no de cualquier forma, sino bajo una estrategia alineada con la campaña de inbound marketing. Datos que no dejan lugar a dudas: las redes sociales son el canal perfecto para la distribución de contenidos, que se convierte en parte vital de cualquier estrategia de captación de leads, pero no de cualquier forma, sino bajo una estrategia de inbound marketing.
¿Por qué son importantes las redes sociales dentro del inbound marketing?
- Porque gran parte de nuestros clientes potenciales, incluso en las estrategias B2B, estarán en redes sociales. En unas ocasiones, más que en otras, dependiendo del sector en el que trabajemos y el producto que ofrezcamos, pero estarán. Ya sea para ocio o para negocio.
- Porque desde hace algún tiempo, nos permiten llegar a un público muy amplio a través de sus opciones publicitarias, cuya relación coste-resultado es mucho más rentable que otros soportes publicitarios más tradicionales (desde el punto de vista online).
- Porque ofrecen una gran capacidad de segmentación (bien sea por sí mismas o por sus propias herramientas), haciéndonos llegar a la selección de público cualificado que nos interesa, lo que se traduce en una optimización de las campañas publicitarias y en un incremento del retorno de la inversión.
Parte de su valor como herramienta dentro de la estrategia de inbound marketing viene dado por su utilidad en cada una de las etapas de la metodología inbound, ya que ayudan a atraer visitantes, a convertir leads, a cerrar ventas y a complacer a los clientes.
Etapa de atracción
Es probable que tus potenciales clientes tengan el primer acercamiento con tu marca a través de las redes sociales, por lo que es crucial cuidar la imagen de marca que se transmite en las mismas. En esta etapa (en la que más esfuerzo se realiza) se tratará de brindar un contenido de calidad, que además de entretener, eduque a las personas que se encuentran al otro lado de la pantalla y que servirá para captar tráfico cualificado hacia la web corporativa. Hay que destacar entre los millones de individuos, empresas e instituciones que forman parte del universo social media.
Etapa de conversión
Una vez que ya hemos atraído a los seguidores que nos interesan, la clave está en conseguir su información de contacto a cambio de la entrega de un contenido premium. Las páginas de las distintas redes sociales puedes incluir llamadas a la acción que dirigirán al usuario a una landing page, en la que se le entregará la oferta tras cumplimentar el correspondiente formulario. Los perfiles de redes sociales actúan así como palanca para conseguir registros de potenciales clientes, ayudándolos a avanzar en el buyer journey.
Etapa de cierre
Las redes sociales nos brindan la posibilidad de conocer a una comunidad virtual que intercambia impresiones sobre sus experiencias con los productos y servicios que consume. Durante esta etapa, las opiniones y experiencias de los demás usuarios ayudarán al cliente potencial en la investigación que realiza antes de tomar una decisión, que se transformará en el cierre o no de la venta.
Etapa de fidelización
Ni el trabajo termina cuando una oportunidad de venta se convierte en cliente, ni la relación se acaba con la compra del producto o servicio. En la atención post-venta, las redes sociales permiten hacer un seguimiento cercano al cliente, ayudando a complacerlo y a fidelizarlo con la marca. Y si el cliente está satisfecho, promoverá tus servicios y productos, ayudando a otros consumidores que se encuentren en la fase de cierre a tomar una decisión.
En definitiva, de nada nos servirá generar contenidos originales y de interés, si estos no llegan a nuestros clientes potenciales a través de un plan de distribución, que por supuesto incluye poner a trabajar en dinámicas de cierre a los perfiles de redes sociales.
Para ello, además de crear contenido de calidad, una adecuada gestión de las conversaciones y una correcta monitorización, es necesario dedicar recursos suficientes, tanto humanos como económicos, para una estrategia efectiva de inbound y redes sociales.
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