Los 10 errores más frecuentes por los que una web no atrae visitas
2017-02-23 08:00:00 Carlos Méndez Comunicación online
Los visitantes no llegan (o vuelven) a una página web porque sí. Una buena estrategia requiere tiempo, esfuerzo y planificación. Por su tipo de público, es posible que haya empresas que no tengan la necesidad de atraer visitas a su web (o incluso a estas alturas, que no se vean en la necesidad de tener una web), pero en la mayoría de los casos es el centro de su estrategia online.
Si una web no atrae visitas (o no atrae tantas como se desearía), detrás puede haber muchos motivos. Hoy vamos a repasar algunos de los errores más frecuentes:
1. No está enfocada en el cliente
La primera pregunta que una empresa debe hacerse antes de poner en marcha o remodelar una web es evidente: ¿cuál es su público objetivo?
La tentación de algunos empresarios es responder de forma inmediata con un rotundo “todo el mundo”. Es decir, cualquier persona entre 1 y 100 años, hombre o mujer, de cualquier estado civil, con o sin hijos, que vive en cualquier punto del planeta y habla cualquier idioma, de entornos rurales o urbanos, con cualquier trabajo, interesada por todo tipo de aficiones y con cualquier nivel de estudios y socioeconómico. Eso no vale. Una web tiene que tener claro su público desde el primer momento y definir su contenido y su apariencia visual en función de esa respuesta.
2. No se adapta a todos los formatos de pantalla
Hace ya algunos años que se habla de diseño responsive, pero aún hay muchas empresas que mantienen webs antiguas que no se adaptan a todos los dispositivos y a todos los formatos de pantalla, un problema si pensamos que en España el móvil ha superado ya al ordenador como principal dispositivo de acceso a Internet.
El diseño responsive se ha convertido en uno de los elementos a los que presta atención Google (y otros buscadores) para ordenar sus búsquedas, de ahí que muchas empresas asuman la importancia de actualizar su web. En ocasiones, antes que remodelar una página para hacer que se adapte a los distintos tipos de pantalla, puede ser incluso más sencillo (y no mucho más caro) rehacerla por completo con un diseño ya responsive.
Google incluso ha empezado a fomentar la optimización de webs para móvil a través de las llamadas Accelerated Mobile Pages (AMP), pero eso ya es otra historia.
3. La navegación no es sencilla e intuitiva
La llamada usabilidad o experiencia de usuario (UX) es todo aquello que facilita la navegación de las personas que acceden a una web. Todos nos hemos encontrado con páginas que te expulsan de su entorno por pura desesperación, que convierten la navegación en una carrera de obstáculos. Por eso es fundamental pensar en los usuarios que van a acceder a nuestra página web y no en nosotros mismos.
Eso exige un trabajo de arquitectura previo (y posterior también) a la creación de la página web. Son muchas las normas y recomendaciones que existen en este terreno, así que solo vamos a destacar algunas:
- Crear una estructura de navegación intuitiva y sencilla.
- Ofrecer un camino claro al usuario, para que entienda en todo momento cuál es el siguiente paso que se supone que tiene que dar para buscar más información, comprar un producto o contratar un servicio.
- Incorporar un buscador interno.
- Evitar enlaces rotos.
- Evitar la saturación de colores y elementos visuales (imágenes, iconos…). Buscar un diseño atractivo, pero no excesivamente barroco, siempre en función del público objetivo.
- Usar formularios simples y una validación clara de los campos obligatorios.
- Evitar el uso de tecnologías obsoletas, como flash.
- Optimizar la web para distintos sistemas operativos y navegadores.
Los gurús de la usabilidad, como Jakob Nielsen, entienden que si un usuario se siente cómodo en un sitio web, aumentará su tiempo de permanencia, podrá navegar de forma intuitiva para encontrar más información de su interés y seguramente repetirá su visita en un futuro. En palabras un poco más técnicas, crecerá el tráfico recurrente y bajará el porcentaje de rebote.
4. No está optimizada para buscadores
Hay blogs y libros dedicados exclusivamente a la optimización de páginas web para buscadores (el famoso SEO). Hablamos de especialistas que mencionan más de 200 factores que Google tiene en cuenta a la hora de organizar sus resultados y eso sin olvidar que periódicamente cambia un algoritmo que siempre ha intentado mantener en secreto. Algo así como la versión del siglo XXI de la fórmula de la Coca-Cola.
Eso no impide que haya muchos factores ampliamente conocidos y que cualquier página debe tener en cuenta. Algunos se pueden controlar desde el propio momento de la puesta en marcha del proyecto de creación de una web, como la organización de los contenidos en torno a una o varias palabras clave para la empresa, pero siempre de forma natural. Una norma básica en Internet es escribir primero para personas y después para robots de búsqueda.
Otros factores de interés en SEO son la colocación y densidad adecuada de esas palabras claves, un contenido único, relevante y valioso, la optimización de imágenes, el tiempo de carga, la antigüedad del dominio, el nivel de competencia que se puede encontrar la empresa en un determinado término de búsqueda, los enlaces internos, externos y entrantes… Y todo esto dejando a un lado el SEM, la publicidad pagada en buscadores. Todo un mundo que no se puede abarcar en tres párrafos.
5. No aporta contenido nuevo
Algunas empresas pueden estar años sin tocar ni una coma de su página web, incluso con información desactualizada, por eso es importante entender que una web no es una pieza de museo, inmutable y expuesta detrás de una vitrina. Todo lo contrario, debería ser algo vivo, en constante movimiento y evolución.
Una adecuada estrategia de generación de contenido, por ejemplo a través de un blog corporativo, es una buena forma de mejorar el posicionamiento en buscadores y atraer a clientes potenciales a la página web. No hablamos de cualquier tipo de contenido, sino de información relevante, de calidad y adaptada a los problemas, preguntas y necesidades de los públicos objetivos.
6. No se distribuye o promociona bien su contenido
La creación de contenido no es suficiente. Si se ofrece información valiosa, pero nadie sabe que existe o dónde la puede encontrar, el resultado es muy parecido a no hacer nada. En cualquier caso, habría que dar un paso más. El objetivo no es que un número concreto de usuarios lea el contenido, sino llegar a las personas correctas, aquellas que pueden llegar a convertirse en clientes potenciales de una empresa. Aquí introducimos otra palabra fundamental: segmentación.
Para llevar ese contenido a la gente a la que se quiere llegar, existen una serie de herramientas que pueden cambiar en función de la empresa y de sus públicos, como pueden ser las redes sociales, el email marketing o los distintos formatos de publicidad.
7. Servidor lento o plan de alojamiento inadecuado
Una página web que cumpla todos los puntos anteriores se puede ver en dificultades por otros factores. Por ejemplo, un servidor demasiado lento, un problema de seguridad (cualquier web está expuesta a un ataque en un momento dado) o un plan de alojamiento que no se ajusta a sus necesidades.
La velocidad de carga, en la que influyen muchos factores, es un elemento importante para Google a la hora de ordenar sus resultados. No olvidemos que un 57% de los visitantes abandonan las páginas web que tardan más de tres segundos en cargarse. Un dato que lo dice todo. Es evidente que la paciencia no es una de las cualidades más extendidas en el mundo 2.0.
8. No está en todas las comunicaciones corporativas
Es importante que la página web tenga presencia en todas las comunicaciones de la empresa, tanto dentro como fuera del ámbito online:
- Redes sociales.
- Newsletter.
- Firma de correo electrónico.
- Tarjetas de visita.
- Publicaciones de empresa (folletos, trípticos, carteles…).
- Presencia en ferias y congresos.
- Otro tipo de materiales y presentaciones comerciales.
Se trata de un factor que no exige demasiado esfuerzo y que ayuda a complementar una estrategia efectiva.
9. No ayuda a crear una base de datos de posibles clientes
Una web corporativa efectiva debería ser capaz de presentar ofertas atractivas o información valiosa a su público objetivo, para que los usuarios estén dispuestos a compartir sus datos.
Una lista de suscriptores realmente interesados por lo que tiene que decir la empresa ayuda a que esos usuarios vuelvan a visitar la página web (tráfico recurrente), con la ayuda de una estrategia adecuada de email marketing, siempre de forma poco invasiva y aportando contenido personalizado que sea de interés para los suscriptores.
Por desgracia, la compra de listas de correos y su uso como spam son tácticas tan habituales como contraproducentes para cualquier empresa.
10. No analiza y mide sus resultados
Hay herramientas muy extendidas y gratuitas que pueden ayudar a entender qué funciona y qué falla en una página web. A todos nos viene a la mente Google Analytics, pero hay otras alternativas para conocer, por ejemplo, cómo llegan los usuarios a web, qué fuentes o palabras clave generan más visitas, qué tipo de contenido es más efectivo, qué formularios funcionan mejor o en qué punto abandonan los usuarios su navegación dentro de la página web.
Ese trabajo de análisis y medición permitirá hacer hincapié en lo que está funcionando y cambiar o descartar lo que no está dando buenos resultados.
Cuando una página web no atrae visitas, puede ser el momento de analizar estos 10 aspectos.
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