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Qué es la usabilidad web y cómo mejorar la experiencia de usuario

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18 de mayo de 2023

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Carlos Méndez

2023-05-18 07:00:00 Carlos Méndez Comunicación online,Marketing

Qué es la usabilidad web y cómo mejorar la experiencia de usuario

Antes de explicar qué es la usabilidad web, vamos a ver tres situaciones habituales en internet, a ver si te suenan. En la primera, llegamos a una web y lo primero que tenemos que hacer es dedicar varios segundos a cerrar dos o tres ventanas emergentes, desde los inevitables avisos de cookies hasta permisos para enviar notificaciones push, suscripciones a newsletters, encuestas de satisfacción, invitaciones a eventos o promociones de ofertas, por mencionar algunas de las más habituales.

En la segunda, aterrizamos en una web con una idea clara, pero nos encontramos en un laberinto de páginas que nos impide llegar a la información que buscamos. Y en la tercera, esperamos pacientemente a que se cargue la página, durante lo que nos parece una eternidad, y justo en el momento en el que vamos a hacer clic, se muestra un nuevo elemento que mueve el resto de los contenidos y nos hace pulsar en un enlace que no deseábamos.

Como en los telefilmes de sobremesa, todos estos ejemplos están basados en hechos reales. Y todos están relacionados con la usabilidad web. En algunos casos, no hay ninguna excusa para complicarle la vida de esa forma a un usuario, simplemente tiene que ver con una mala estructura de navegación o con un desarrollo técnico deficiente. En otros casos, sería interesante buscar un equilibrio entre una navegación fluida y las estrategias de generación de leads. De hecho, conviene recordar que la primera influye casi siempre de forma directa en la segunda.

Pero vamos al grano. ¿Qué es la usabilidad web? En pocas palabras, tiene que ver con las estrategias que usamos para que los visitantes de nuestra web tengan una navegación intuitiva y fluida. Como veremos más adelante, eso se traduce en una mejora medible de algunas métricas claves para cualquier empresa que se mueva en un ámbito online (tráfico web, tasa de rebote, duración de las visitas, tasas de conversión…).

Cuando creamos una web, es importante pensar en nuestros objetivos, pero también en las personas que van a usarla. Es lo que se llama el diseño centrado en el usuario, que va mucho más allá de los entornos online y se podría aplicar a cualquier objeto que usamos en nuestro día a día.

En cine se suele hablar de la ‘cámara invisible’ de algunos grandes directores, un estilo sin grandes alardes técnicos que se propone evitar distracciones. Algo parecido sucede también con la usabilidad web. Cuando más consciente seas de la navegación, más probable es que exista algún problema. Una buena estrategia de usabilidad web suele ser invisible para el usuario.

Consejos para mejorar la usabilidad web

Si quieres mejorar la usabilidad y, de paso, la experiencia de usuario de los visitantes de tu web corporativa, es posible que te preguntes por dónde empezar. Quédate con estas recomendaciones, que agrupamos en cinco grandes áreas: navegación, contenidos, diseño y apariencia visual, criterios técnicos y analítica.

A. Navegación

Hablamos de esos factores que nos ayudan a que movamos sin dificultades y sin interrupciones por una página web:

  • Apuesta por una navegación simple e intuitiva. Siempre va a depender de la complejidad del sitio web, pero intenta que tu navegación no tenga más de tres niveles de profundidad. Cuanto más accesibles estén todas las páginas y menor sea el número de clics para llegar a determinados contenidos, mejor. Algunas ideas que podrías valorar:
    • Facilita que los usuarios puedan encontrar en todo momento el menú de navegación, tanto en la cabecera como en el pie de la página. La excepción serían las landing pages, que tienen sus propias reglas, pero esa es otra historia.
    • Ayuda al usuario a tener siempre claro en qué parte de la web está. Si es necesario, en el menú de navegación puedes destacar visualmente el apartado en el que se encuentra en ese momento o usar breadcrumbs o migas de pan.
    • Usa nombres descriptivos y comprensibles para los menús de navegación y para los enlaces y llamadas a la acción.
    • Proporciona un buscador interno cuando la estructura de navegación sea muy compleja o en determinadas secciones, como el blog o la página de error 404.
    • Estructura adecuadamente los contenidos de tu blog, con un número asumible de categorías y etiquetas.
  • No abuses de elementos que distraigan la atención y dificulten la navegación de los visitantes. Sí, hablamos de pop-ups y ventanas emergentes. Siempre que sea posible, intenta que no aparezcan en los primeros segundos de la navegación. Por ejemplo, puedes usarlos (de forma moderada) en lo que se conoce como exit intent, es decir, cuando el sitio web detecta que el usuario va a abandonar la página.
  • Establece un camino claro de navegación. Al final, casi todo se reduce a lo mismo: simplicidad. Piensa qué acción debería hacer el usuario en cada una de las páginas de tu sitio web y organízalo todo en función de eso. Un exceso de alternativas puede abrumar a tus visitantes e invitarlos a abandonar la web.
  • Define una estructura eficaz de enlaces internos, que ayude a guiar el tráfico web hacia páginas que consideres estratégicas y que tengan una relación directa con los contenidos por los que el usuario ha mostrado interés.
  • Usa URLs amigables. Hace algunos años era muy habitual encontrarse con URLs de este tipo: www.nombrepagina.com/x12urj237pqw3. Son páginas imposibles de recordar o de transmitir verbalmente a otras personas. Por el contrario, en las URLs amigables o semánticas se usan palabras (si hay que separarlas, siempre con guiones y nunca con espacios), con resultados intuitivos y fáciles de entender: www.nombrepagina.com/usabilidad-web.
  • Evita los enlaces rotos. Es frustrante llegar a una web y encontrarte con errores en la navegación que te llevan a páginas 404. Existen herramientas (incluso gratuitas) que permiten analizar una web y detectar todos los enlaces rotos en cuestión de minutos. Y si hablamos de tráfico que llega desde otras páginas externas, también es posible, pero con más tiempo.

B. Contenidos

En este apartado no solo nos referimos a los textos que aparezcan en el sitio web, sino también a otro tipo de recursos, como los contenidos audiovisuales. Como líneas generales:

  • Estructura de forma adecuada los contenidos. Tendemos a pensar que los usuarios van a leer todo lo que escribimos. Si has llegado a este punto (vamos ya por las 1.000 palabras…), es posible que llegues a leer este post completo, pero asumamos que eso no siempre sucede. De hecho, es muy poco habitual. Por eso, intenta priorizar la información más importante y ordena los contenidos en pequeños bloques para permitir que el visitante se pueda quedar con los datos más relevantes si hace un ‘escaneado’ visual de la página.
  • Redacta tus textos de forma sencilla y comprensible. Hay libros dedicados específicamente a la redacción web, así que vamos a quedarnos con algunas ideas básicas:
    • Un consejo que hemos escuchado millones de veces, pero que merece la pena repetir una vez más: escribe primero para las personas que van a visitar tu web y después para el algoritmo de Google, nunca al revés.
    • Transmite tus mensajes de forma clara (y amena, si es posible), sin florituras innecesarias.
    • Usa el lenguaje de los visitantes de tu sitio web: emplea jerga especializada solo cuando esa sea la forma de hablar de tu público objetivo.
    • Evita el uso de párrafos demasiado largos.
    • Usa negritas y listas para organizar la información.
    • Revisa tus textos y evita ambigüedades, erratas o faltas de ortografía.
    • Apuesta por la concisión (sí, culpable de los cargos…).
  • Cuida el estilo visual de tus contenidos textuales. La elección de la tipografía, el tamaño, el color, el fondo en el que se muestra… Es obvio que todo eso influye en la legibilidad de los contenidos, al margen del texto en sí mismo.
  • Usa recursos audiovisuales relevantes, no solo como apoyo, sino también como una parte fundamental de los mensajes que vas a transmitir a los visitantes de tu web. La representación visual de la información (a través de fotos, vídeos, gráficos, diagramas…) ayuda a trasladar ideas complejas de forma visual y rápida, como un complemento para el contenido textual. Evita el uso de imágenes ‘vacías’ que no aportan nada.

C. Diseño y apariencia visual

En un primer golpe de vista, algunas páginas dan una sensación de desorganización que no invita a seguir explorando el sitio web. En este apartado, ten en cuenta estas recomendaciones:

  • Apuesta por un diseño limpio y no sobrecargues visualmente la página web. Una vez más, la palabra mágica: simplicidad. El uso de espacios en blanco también puede ayudar a centrar la atención en elementos prioritarios y a hacer más legible la página web.
  • Mantén una apariencia visual coherente, tanto en las distintas páginas del sitio web como con el estilo y la identidad de tu marca.
  • Confía en las convenciones web. Nos referimos a esa serie de buenas prácticas que son comunes a la mayoría de las páginas y que nos dan una sensación de familiaridad aunque no hayamos visitado nunca ese sitio web. Son detalles en los que no nos fijamos de forma consciente, pero que damos por seguros y que nos ayudan a tener una navegación fluida. Por ejemplo, estamos acostumbrados a que determinados elementos se sitúen siempre en la zona superior de la web (logo enlazado a la página de inicio, selector de idiomas, menú de navegación…); los enlaces con información legal suelen ir siempre en el pie de la página; en cuestiones de diseño, para los botones de «Aceptar» y «Rechazar» nunca usaríamos el color rojo para el primero y el verde para el segundo para no crear confusión, etc.

D. Criterios técnicos

Existen muchos factores técnicos que pueden ayudar a tener una mejor experiencia de usuario. Si hablamos de usabilidad web, vamos a resumirlo todo en estos dos consejos:

  • Reduce el tiempo de carga de tu web. Es un criterio básico, que también ayuda a mejorar el posicionamiento SEO. Cada vez tenemos menos paciencia y a nadie le gusta esperar demasiado tiempo para interactuar con una página web (en esto también incluimos a Google, su algoritmo y sus Core Web Vitals). Algunos estudios aseguran que, en dispositivos móviles, el 53% de los visitantes abandonan una web si tarda más de tres segundos en cargar. En otras palabras, más de la mitad de las visitas a la basura por una mala implementación técnica.
  • Asegúrate de que tu web es compatible con todo tipo de dispositivos. Es lo que conocemos como diseño responsivo, que garantiza que tu web se vea correctamente en cualquier tipo de dispositivo. No olvides que hace tiempo que los smartphones han superado a los ordenadores como principal dispositivo de acceso a internet. De hecho, aunque es un dato que cambia mucho en función del tipo de público y del sector en el que se mueva tu empresa, en 2022 se estima que más de un 59,2% del tráfico web de todo el mundo llegaba a través de móviles.

E. Analítica

Confía en los datos para tomar decisiones. Analiza cómo usan tu web los visitantes y descubre oportunidades de mejora. Puedes empezar por estudiar las páginas con mejores y peores resultados (visitas, leads, tasas de rebote…), revisar tus procesos de conversión, detectar los puntos de abandono, usar mapas de calor, realizar tests A/B… Todo lo que te ayude a comprender el comportamiento de tus usuarios será un buen punto de partida para trabajar en estrategias que te ayuden a mejorar la usabilidad de tu web corporativa.

Objetivos de una estrategia para optimizar la usabilidad web

¿Y todo esto para qué? Llegados a este punto, es posible que te preguntes si todo ese esfuerzo merece la pena. En realidad, las repercusiones de una buena estrategia de usabilidad web van mucho más allá de una mayor legibilidad o de una apariencia visual más limpia. Algunos de los objetivos medibles en los que tiene un impacto directo son los siguientes:

  • Mejora del posicionamiento SEO.
  • Aumento del tráfico web.
  • Reducción de la tasa de rebote.
  • Aumento de la duración de las visitas.
  • Aumento de las visitas recurrentes.
  • Mejora de las tasas de conversión y de las estrategias de generación de leads.
  • Y, en consecuencia, aumento del número de clientes.

Ahora que ya sabes qué es la usabilidad web, cómo la puedes optimizar y qué consecuencias puede tener para tu negocio, te animamos a dar el siguiente paso. Piensa en los visitantes de tu web y plantéate cómo puedes mejorar su experiencia de usuario.

Si necesitas ayuda, en Bannister Global tenemos expertos que pueden planificar y ejecutar estrategias de conversión y generación de leads para mejorar el rendimiento de tu web y que eso tenga un impacto real en tu negocio.

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